Gobernador de Virginia defiende derecho al voto

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

a orden ejecutiva del gobernador de Virginia que restauraba el derecho al voto a más de 200 mil exconvictos sufrió un revés el pasado 22 de julio, cuando la corte suprema de este estado definió que el funcionario no tenía la autoridad constitucional para una expedir una orden que arropara a tanta gente.

El asunto tuvo una votación final de 4-3 entre los jueces que conforman la cámara, dando así por acabada la iniciativa que tanto fue criticada por rivales partidistas del gobernador, quien es un demócrata muy allegado a Hillary Clinton.

Pero Terry McAuliffe no se quedó de brazos cruzados y empezó a firmar, uno por uno, los perdones de estas personas que han cumplido su sentencia por delitos considerados como no violentos.

“La lucha por los derechos civiles ha sido siempre larga y difícil, pero la pelea continúa”, dijo McAuliffe. Añadió que se mantiene comprometido a dejar en el pasado la historias de injusticias de la Mancomunidad y aceptar un proceso honesto para restaurar los derechos de los ciudadanos.

La iniciativa de McAuliffe ha recibido el apoyo de New Virginia Majority, una organización no partidista que ha estado liderando la batalla para registrar a personas con un historial criminal no violento para que puedan votar en las elecciones generales del próximo 8 de noviembre.

“Excluir a los virginianos del proceso de votación, incluso después de que han pagado sus deudas con la sociedad es un recordatorio cruel e inhumano de sus errores pasados”, manifestó Tram Nguyen, director ejecutivo de esta organiziación.

Nguyen fue más allá y sentenció que esta decisión valida los intereses que la Asamblea General de Virginia tiene arraigados en silenciar una gran cantidad de negros virginianos para maximizar su poder político.

Este estado es uno de los pocos que impide que las personas que hayan cumplido sus condenas puedan volver a ejercer su derecho al voto, lo que los hace parecer como ciudadanos de segunda categoría.

Los republicanos han acusado a Terry McAuliffe de apoyar esta ley de restauración del derecho al voto para ayudar a que Hillary Clinton salga beneficiada con los votos que se registren en Virginia en el otoño.

El estado de Virginia se convirtió en clave para que Barack Obama fuese electo en las contiendas de 2008 y 2012. Si todos los perdonados alcanzaran a registrarse antes de octubre, podrían decidir quien ocupa la Casa Blanca por los próximos cuatro años.