Trump por un país exitoso y Biden ofrece esperanza en vez de temor

Víctor Caycho
Washington Hispanic

No hubo el caos del primer debate presidencial realizado en Florida, cuando Donad Trump y Joe Biden llegaron a intercambiar gruesos insultos en medio de interrupciones. Ahora, en Nashville, Tennessee, los dos candidatos sostuvieron sus ideas y principios mucho mejor, donde la periodista moderadora Kristen Welker, de la NBC, demostró mucha habilidad para manejar el encuentro.

Al final, ambos enviaron mensajes sobre lo que le dirían a los que no votaron por ellos en un eventual triunfo electoral. Trump dijo que completaría su obra para hacer “un paeis completamente exitoso” y que daría más empleo, entre ellos a los afroamericanos y a los hispanos.

Por su parte, Biden fue más extenso y dijo que en ese mensaje dirá que “soy el presidente de todos, que les voy a traer esperanza en lugar de temor, que habrá muchas oportunidades para todos y que acabaré con el racismo sistémico. Pero especialmente que haré mi trabajo con honor, respeto y trataré a la gente con dignidad”.

Dos temas fueron ampliamente debatidos, en especial la respuesta al coronavirus, con posiciones radicalmente diferentes.

Pero llamó la atención que se incluyera un tema que no estaba en agenda, el de la migración. En ese aspecto, Trump defendió la práctica de su gobierno de separar a niños migrantes que siguen lejos de sus familiares luego de ser detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos.

También dijo que por lo general los niños que cruzan la frontera no van acompañados de sus familiares, sino “por coyotes y muchas malas personas”.

Biden, por el contrario, criticó fuertemente esa práctica, en referencia a la denuncia de ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) de que aún hay 545 menores separados de sus padres desde 2018.

Biden refutó la respuesta de Trump, diciendo que los niños “fueron arrebatados de” sus familiares en 2018.

Hubo cambios

Esta vez los micrófonos del presidente Trump y del candidato demócrata Joe Biden fueron apagados cada vez que les tocaba responder al otro, con el objeto de permitir que hablen sin interrupciones durante el debate. Pero a veces se filtraron algunas de ellas.

La confrontación de 90 minutos estuvo dividida en seis segmentos, y en los que cada candidato contó con dos minutos para hacer declaraciones ininterrumpidas antes de entrar en un debate abierto. Durante la porción abierta no se silenciaron los micrófonos, pero las interrupciones de cada candidato se descontaron de su tiempo, en el que fue el segundo y último debate presidencial de este año.

La Comisión de Debates Presidenciales, un organismo sin afiliación política, había anunciado los cambios el lunes, tres semanas después de primer enfrentamiento entre los aspirantes presidenciales, calificado de “caótico” y que estuvo plagado de interrupciones, la mayoría de ellas por parte de Trump.

La comisión enfrentó mucha presión de la campaña de Trump para mantener las reglas intactas, mientras que el equipo de Biden decía esperar un debate más ordenado.

En un comunicado, la comisión señaló que debía implementar medidas “con el objetivo de promover el cumplimiento de las reglas acordadas e inapropiado hacer cambios a esas reglas”.